viernes, 3 de junio de 2016

CONFUSIÓN

Parece que últimamente no paro de darle vueltas a diferentes aspectos de mi vida. Y es que durante estos últimos años tantas cosas han cambiado que no sé si he cambiado, si sigo siendo la misma, si soy peor, mejor persona...
Puede que esta sea la entrada más personal que hecho y que nadie la lea, pero necesito escribirlo. Son las 22:52 y me siento sola. Y no es porque no tenga amigos con los que poder estar ahora mismo, ni cosas por hacer, es un sentimiento que llevo experimentado desde hace unos meses. Me he dado cuenta que aún estando con personas, no disfruto igual que antes, no sonrío igual que antes, ni hago el loco como antes. Pensaréis que será una racha y puede que lo sea, pero creo que es algo más. Algo me está pasando, algo está cambiando. Tengo 22 años y siento que no he hecho nada con mi vida, que me faltan miles de experiencias por vivir, sensaciones por sentir, momentos por compartir...y aunque estoy buscando sentirme plena, hay algo que me lo impide. Puede que yo sea el problema, puede que no permita disfrutar de las cosas, que mis miedos me frenen o que mis inseguridades me ganen. Y es en este momento cuando me siento sola e incomprendida.
Quiero hacer tantas cosas, viajar a tantos sitios, experimentar tantas cosas y aunque viva emociones que a mí me parecen intensas, me doy cuenta que no son nada. Y me vuelvo a sentir sola.
Pienso en cambiar, en lanzarme a conseguir lo que quiero, en apuntarme a varias actividades...Y lo hago, aprendo, me caigo y me vuelvo a levantar, pero me sigo sintiendo vacía. Últimamente nada consigue llenarme, una quedada con mis amigas no me parece tan divertida, ni una conversación con una persona tan genial. Y me da miedo, me asusta el estar perdiéndome, el no poder encontrar a esa Rosa que le gusta reírse con vídeos tontos, que sale a tomar algo con alguien, que se va al cine sola porque le gusta, que le encantan las quedadas que no se planean, que le gusta hacer reír a los demás, que se la pasa pipa haciendo el cabra con su entorno más cercano...Y cuando veo que no alcanzo esa emoción, que no vivo las cosas intensamente como antes, siendo que para algunas cosas soy tan apasionada, es cuando me vuelvo a sentir sola. Me hago la pregunta más dura de todas, ¿alguien se sentirá feliz de haberme conocido? Puede que os parezca una pregunta tonta, pero para mí hacer esta pregunta es abrirme en canal, es mostrar unos de los miedos más grandes que tengo, el no ser capaz de hacer feliz a alguien, ni que nadie me quiera.
Estoy acostumbrada a ser la segunda en todo, la tercera, cuarta, quinta...Nunca la primera en nada. No soy la que destaca en los deportes, ni tampoco en la música, no canto bien y mucho menos dibujo bien; tampoco se me da bien relacionarme con los demás, son tan tímida que solo con mis amigos más íntimos puede ser yo, soy exigente con mis amistades porque no me gusta entregarme ni confiar en todo el mundo, lo que me impide tener grupos de amigos grandes...Cuando tenían que formar grupos en el colegio, para cualquier actividad y no solo para el deporte (cosa que entendía que no me escogieran perfectamente xD), siempre era la última, la chica que se quedaba en un rincón y se ponía con el grupo que le había "tocado". Con el tiempo eso fue cambiando, creía que algo de mi personalidad podría ser interesante, podría llamar la atención para tener amigos...Pero al poco tiempo me empecé a sentir igual, para nadie podía ser la primera en algo. Todos mis amigos empezaron a destacar en algo, y yo me seguía quedando atrás, sin poder avanzar...Pero, ¿quería avanzar? ¡Pues claro que sí! Reconozco que soy una persona que le cuesta tomar iniciativas, pero agradezco esos pequeños gestos de no darse por vencida.
El compararme con los demás, es una de las cosas que peor llevo. Sé que no debería ser así, porque todos tenemos nuestras cosas buenas y malas, pero yo me pregunto, ¿por qué? ¿Por qué no puedo ser la primera en algo para alguien? Es una sensación horrible sentir que no sirves por mucho que lo intentes. Y sí, seguramente mucho estaréis pensando que soy una flipada, que necesito que continuamente me digan lo guay que soy, que tengo amigos a montones, que no me puedo quejar, bla, bla, bla. Pues ese es uno de los motivos por los que me siento sola, por la incomprensión. Yo soy una persona que piensa que cualquier problema que a alguien le afecte o le cause algún daño, debe ser valorado como tal. Esa frase de "estas exagerando" o "hay muchas cosas peores" ¿CREÉIS QUE LA PERSONA NO LO SABE? Obviamente lo sabe, obviamente lo sé. Pero el problema es que ese problema, que viéndolo desde otra perspectiva puede ser pequeño, no por ello pasa a ser insignificante, palabra que muchos utilizáis para describirlo. Así que apuntad esto, NINGÚN PROBLEMA, GRANDE O PEQUEÑO, NINGÚN SENTIMIENTO, GRANDE O PEQUEÑO, ES INSIGNIFICANTE NI POCA COSA, SI A LA PERSONA LE AFECTA. Lo que habría que hacer en situaciones así, es estar con la persona, escuchándola y haciéndole ver que se puede salir adelante, JUNTOS.
Y sí, esta es una de las razones por las que no le he dicho a nadie que me siento sola, aún estando con gente, y es una cosa horrible, es un sentimiento que no se lo deseo a nadie porque sé lo que duele. Y todo por miedo a que me digan que es insignificante, cuando lo único que quiero es que me escuchen y me abracen, nada más.
Hace unos meses os hice una entrada sobre creer o no creer, hablando que jamás os teníais que sentir pequeños ante nada o ante nadie. Pues parece que yo me siento hoy, ahora, así. Espero que esta sensación no dure lo suficiente como para perder a la Rosa en la que me estaba convirtiendo, porque siento que si la pierdo esta vez será muy difícil recuperarla, porque se volverá a encerrar en sí misma, volverá a sentirse culpable, a echarse mierda encima y a querer hacerse daño...
Siento que esta entrada no sea positiva, ni tenga un mensaje positivo, pero tenéis que entender que hay a veces donde no puedo estar para los demás, porque ni siquiera puedo estar para mí misma...

Rosa

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Podéis escribir cualquier tipo de comentario, siempre y cuando no sea ofensivo e irrespetuoso ni para mí, ni para ninguno/a.